miércoles, 6 de junio de 2012

Capítulo 2

La luz que entraba por la ventana me despertó la mañana siguiente, consulté el reloj, eran las diez y media, buena hora para despertarse en vacaciones.

Bajé a desayunar. Mi madre y mis hermanos acababan de bajar a lo mismo, mi padre ya había empezado a trabajar. Tomé un cuenco de cereales con leche fría.

Pensé en ir a dar una vuelta hasta la hora de comer para ver como era todo y, más que nada, para buscar un sitio donde leer tranquila. Mis hermanos son casi seguro los seres más ruidosos sobre la faz de la tierra. Pronto empezarían a ver la televisión a todo volumen y a tocar la guitarra.

Antes de marcharme hice la cama, me lavé los dientes y me quité el pijama. Elegí ponerme un vestido de tirantes y unas sandalias puesto que hacía calor y recogí mi larga melena castaña en una trenza. Lo único que cogí para llevarme fue un libro y mi móvil.

Me estaba releyendo una saga, Los Juegos del Hambre, porque pronto sacarían la primera película en el cine.

-Voy a dar una vuelta, mamá -medio chillé bajando por las escaleras.

-Vale, pasalo bien.

Esa era una de sus cosas buenas, te dejaba tu propia libertad y tu propio espacio y nunca te avasallaba a preguntas sobre a dónde ibas o con quién.

Al salir a la calle decidí seguir por la derecha. A un par de manzanas descubrí un bonito parque lleno de árboles y flores y césped para sentarse. Me pareció un lugar perfecto para mi propósito y además estaba vacío.

Me senté bajo la sombra de un buen árbol y me sumergí en la lectura. Al poco rato me dí por vencida, con todo lo que tenía en ese momento en la cabeza no podía concentrarme. Decidí acceder a mis cuentas en redes sociales desde el móvil, ya que supuse que me habrían llenado todo de comentarios tipo ''Ya te echamos de menos''. Resultó que nadie, NADIE, me había escrito nada, nadie se había acordado de mi. Si solo llevaba un dos días fuera de casa y ya no se acordaba de mí, no quería ni imaginarme dentro de unas semanas...

No pude evitarlo y todos los sentimientos que había estado intentando encerrar bajo llave salieron a la superficie. Me derrumbé allí mismo. Me dejé caer sobre el césped bocabajo y lloré.

-Esto... Hola... ¿Estás bien?

Rápidamente me erguí volviendo a quedar sentada y me sequé las lágrimas con el dorso de la mano.

-Sí, sí, estoy bien... -Respondí avergonzada.

-Pues no lo parece.

Por primera vez me fijé en el desconocido. Parecía más o menos de mi edad. Era muy guapo. Tenía unos preciosos ojos de color azul verdoso y un bonito pelo castaño rizado. Llevaba unos pantalones cortos, camiseta blanca y Converse del mismo color.

-La verdad es que no estoy muy bien. Pero no creo que te interesen mis problemas.

-Bueno, se me da bien escuchar. Por cierto, mi nombre es Harry.

-Yo soy Lily.

-No te he visto nunca por aquí.

-Es que acabo de mudarme, ayer mismo.

-¿Y es por eso que estás mal?

-En parte, pero no solo por eso. Tengo que irme -dije poniéndome en pie.

Harry se levantó también. Era bastante alto.

-Te dejas tu libro -dijo agachándose a recogerlo del suelo y me lo dio.

-Gracias.

-¿Sabes que pronto estrenan la película?

Empezaba a ponerme nerviosa y no sabía por qué.

-Sí, lo sé. Bueno me voy, adiós.

-Adiós, nos vemos.

Acto seguido me empecé a alejarme.



27 de Julio 12:56

Querido diario:

Esta mañana me marché a dar una vuelta y acabé en un parque cerca de casa. Estando allí me entró el bajón y empecé a llorar, entonces llegó un chico y me preguntó si estaba bien. La verdad es que me moría de la vergüenza de que un completo desconocido me hubiese visto así, pero no es a eso a lo que voy. La cuestión es que era uno de los chicos más guapos que he visto en mi vida. Me ha dicho que se llama Harry. No hemos hablado gran cosa, únicamente le he dicho que no, que no estaba bien y que tenía que irme, se me olvidaba mi libro de Los Juegos del Hambre y me lo ha recogido del suelo y me ha preguntado si sabía que estrenaban una película y le he dicho que sí. Después de eso le he dicho adiós y me he ido. Cuando he llegado a casa he vuelto a encerrarme en mi habitación y no he podido parar de pensar en él y en sus increíbles ojos. No sé, es raro todo... Hasta pronto.

Lily


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