jueves, 29 de noviembre de 2012

Capítulo 11


Estoy en una sala casi vacía. Miro por la ventana, veo un bonito paisaje otoñal, hojas rojizas caen de los árboles. El cielo es azul clarito, salpicado de alguna que otra nube blanca, han pasado meses desde que le vi por última vez...

Todo pasó demasiado deprisa, el chico rubio del jacuzzi resultó ser Niall, otro miembro de la banda. Niall me cayó genial, había venido de visita porque echaba de menos a Harry, pasamos un buen rato juntos los tres, hasta que sonó el teléfono, aquella maldita llamada..

Me lo arrebataron, los mánagers obligaron a Harry a volver a Londres, les corría prisa que terminaran el nuevo álbum, se acabaron sus vacaciones, ya habían enviado un avión.

Apenas tuvimos tiempo de despedirnos, les acompañé al aeropuerto, sin saber cuando volveríamos a vernos.

Después de acabar el nuevo CD tendrían que hacer promoción, sesiones de fotos, entrevistas, una gira... ¿De dónde íbamos a sacar el tiempo?

Me costó sobreponerme a su marcha, es increíble como una persona a la que conoces hace tan poco tiempo puede llegarte tan dentro. Solo tengo una cosa a la que aferrarme para poder seguir adelante, una promesa, ''volveré a por ti''.

Desde que se marchó hablamos mucho por teléfono, siempre que él tiene tiempo, pienso que el lado bueno es que nos estamos conociendo más, aunque preferiría conocerle menos y que siguiera aquí.

Han acabado su nuevo CD, dentro de pocos días sale aquí a la venta, se llama Take Me Home, ellos mismos han compuesto algunas de las canciones, me muero por escucharlo, su voz es de las cosas que puedo tener de él aunque esté lejos.

Obviamente tengo miedo, tengo miedo de que ya no sienta lo mismo, miedo de que se olvide de mí, miedo de que conozca a otra... Pero no puedo hacer nada, no puedo tener más de lo que tenemos, esto es así, lo sabía y me arriesgué, ahora tengo que aguantar las consecuencias.

Estoy sentada en un suelo frío, con la espalda pegada a una pared, en el instituto, no tenía ganas de ir a la clase de filosofía, encontré esta aula abierta y vacía y decidí pasar aquí la hora.

Algo vibra a mi lado haciendo que me sobresalte, mi móvil, miro la pantalla, es Harry. Un momento... Sabe que debería estar en clase, que teóricamente no lo podría coger, debe de ser algo importante, si no no me llamaría a estas horas.



-¿Harry? - mi voz denota preocupación.

-Hola, ¿puedes hablar? Ya sé que tienes clase, pero tengo que contarte algo.

-Sí, puedo hablar, digamos que me he tomado un descanso de filosofía hoy.

-Lily, no deberías saltarte clases...

-Eso da igual ahora, ¿qué me tienes que contar?

-Que vamos a vernos, dentro de dos semanas, tenemos que pasar por allí a promocionar el CD...

-¡¿Enserio?! - le interrumpo antes de que acabe de decirme lo que me tiene que decir.

-Sí, enserio, pero dejame acabar. Solo vamos a estar un día Lily, no nos quedamos a dormir, vamos por la mañana y por la noche cogemos un avión a Italia. Piensa que tenemos que hacer entrevistas, ruedas de prensa, y vamos a salir en un programa de televisión. No nos queda casi margen de tiempo.

-¿Entonces?

-Tengo una idea. He pensado en que pases el día con nosotros, como si fueses un miembro del equipo, vendrías con nosotros a donde vayamos, y podremos aprovechar los descansos. Lo malo es que ese día tienes clase, tendrías que saltártelas.

-¿Ah, osea que me puedo saltar clases o no? Te contradices mucho Harry – bromeo.

-Tonta que eres.

-Pero me quieres.

-Pero te quiero... Enserio, sé que no es mucho y que llevamos mucho sin vernos, pero es lo único que puedo hacer de momento. Si no puedes faltar a clase ese día o algo lo entiendo, no quiero que te sientas presionada, ya buscaríamos otro momento, pero...

-Harry, – le interrumpo de nuevo – eres tonto. Por ti hago lo que haga falta y lo sabes, y no tienes que disculparte, sabes que lo entiendo.

-Ya pero me sabe mal... A ver si te van a suspender o algo por mi culpa...

-No me van a suspender porque falte un día, y aunque lo hicieran no me importaría con tal de verte.

-¿Te he dicho ya que eres increíble?

-Nah, solo unas doscientas veces – en ese momento suena el timbre, él también lo oye.

-Tienes que irte a clase.

-Sí...

-Bueno, si quieres esta noche te llamo y hablamos, ¿te parece?

-Me parece bien.

-Hasta esta noche.

-Hasta esta noche.



Volví a hacer las últimas clases como una buena chica, aunque me hallaba más que distraída. Fue un alivio cuando sonó el timbre que me otorgaba la libertad.

Llegue rápido a casa y me encerré en mi habitación. Necesitaba mantener la mente ocupada, así que encendí el ordenador. Por twitter descubrí que una de mis seguidoras escribía novelas. Pasé todo el día delante del ordenador, sumergida en esas preciosas historias, no podía parar de leer. Solo salí a cenar ya ducharme. Mi esperada llamada no llegó hasta tarde, eran las once y media.



-Siento llamarte tan tarde, pero es que hemos estado todo el día para arriba y para abajo, ya sabes – se excusó.

-No te disculpes Harry, sabes que lo entiendo. ¿Lo has pasado bien al menos?

-Con los chicos siempre te lo pasas bien, están locos, pero acabamos rendidos con tanta entrevista y eso.

-Ya, supongo que debe hacerse pesado. ¿Cuándo te dan algún día libre?

-Mañana, mañana tengo un día de descanso.

-Entonces ahora saldrás, ¿no? - suele salir por ahí de fiesta con sus amigos cuando no tiene que madrugar al día siguiente.

-Sí, quizás salga un rato – probablemente le esté entreteniendo, sus amigos le estarán esperando.

-Pues entonces ve y diviértete, me tendría que ir pronto a dormir igualmente, ya hablamos mañana.

-Que no importa, en serio – la misma discusión de siempre, sabe que voy a ganar.

-Harry...

-Bueno, vale, pero mañana hablamos sin falta. Te llamaré por la tarde.

-Perfecto, pásalo genial.

-Lo intentaré, pero no será perfecto del todo sin ti. Buenas noches preciosa, que descanses.

-Lo intentaré, pero no será perfecto del todo sin ti – se ríe. - Hasta mañana.



No sé por qué yo, con la cantidad de chicas increíbles, más guapas, más inteligentes y más interesantes que yo que debe conocer, no entiendo por qué me eligió a mí.

Tengo dudas, no puedo evitarlo. Quiero creer que me quiere, pero no quiero imaginarme qué hará por ahí con sus amigos, al fin y al cabo es un tío, llevamos mucho sin vernos, y tampoco es que yo le diera gran cosa...

Me lo imagino besando a otra cualquiera, enamorándose de ella, olvidándose de mí...

Aparto esa imagen de mi mente, no me puedo permitir pensar así o acabaría volviéndome loca, mi corazón no lo soporta...

Pero pronto nos vamos a ver, eso es lo que importa ahora, y supongo que tendremos que aclarar lo que sentimos el uno por el otro y decidir qué hacer con lo nuestro porque, por lo menos yo, no puedo seguir así.



Al día siguiente cuando hablamos elaboramos un plan sobre cómo lo haremos para vernos. Coincidimos en que mis padres no pueden enterarse, ni si quiera saben quién es realmente Harry todavía, ni tengo intención de contárselo por ahora. No le gusta que les mienta por él, pero es lo que hay. Acordamos que el día que viene por la mañana fingiré que estoy enferma para que mis padres me dejen quedarme en casa. Cuando todos se vayan de casa y me quede sola tendré que coger un autobús, en una hora estaré en la ciudad. Luego tengo que ir a una dirección que me ha dado y esperar a que él venga a buscarme. Por último a las nueve pasa el último bus de vuelta a casa.

Los días parecen pasar aposta como a cámara lenta, pero a cada segundo está más cerca. Pongo de los nervios a Scarlett. ¿Os acordáis de Scarlett? Se ha convertido en mi mejor amiga, casi como una hermana, y además en mi coartada, diré que me quedo a dormir a su casa, dejaré una nota diciendo que ya me encontraba bien y que estoy con ella, cuando vuelvan del trabajo mis padres la verán y no sospecharan nada. Además, así le puedo contar lo que ha pasado en cuanto vuelva.

La noche anterior no puedo dormir. Encima de mi escritorio se encuentra, bien doblada, la ropa que me pondré al día siguiente, no es gran cosa, un jersey de una preciosa tonalidad de rosa, unos vaqueros azul claro y unas botas negras, pero Harry me dijo que me vistiera discreta por motivos de seguridad o no sé qué. Del pomo de mi puerta cuelga un bolso negro no muy grande, contiene mi monedero con dinero, el móvil y las llaves, no necesito nada más.

domingo, 8 de julio de 2012

Die In Your Arms

Capítulo 10

Siempre. La palabra sonó como un eco en mi cabeza. ¿Cuánto tiempo podíamos mantener lo nuestro? Los ojos se me llenaron de lágrimas.
-¿Qué te pasa, Lily? -dijo abrazándome.
-Que ya no puedo vivir sin ti.
-No vas a tener que hacerlo. Voy a estar contigo siempre.
-Harry, sabes que no.
-Al menos podemos intentarlo. El tiempo que sea. Al menos intentarlo, Lily.
-Vale. ¿Sabes? Tenemos que volver aquí pronto a bañarnos.
-¿Y por qué no nos bañamos ahora?
-No hemos traído bañador, al menos yo no.
-Yo tampoco, pero no importa, podemos igual.
Se puso en pie de un salto y me cogió en brazos. Creo que le grité algo. Pero él empezó a correr. Me dio tiempo de sacarme el móvil y las llaves del bolsillo por los pelos y tirarlo todo al suelo. Las olas nos envolvieron. El agua estaba helada para el calor que hacía.
-¡Harry!
-¿Qué? Te morías de ganas de que lo hiciera, y lo sabes. También estas esperando a que haga esto.
Entonces me besó. Como si el tiempo que estuve enfadada no hubiese existido. Mi vida tenía sentido en sus brazos. Quise parar el tiempo y vivir ése momento para siempre.
-¿Harry?
-¿Qué?
-¿Alguna vez has besado a alguien bajo el agua?
-No, pero siempre hay una primera vez.
Nos sumergimos en las heladas aguas y compartimos nuestro aire hasta quedarnos sin y volvimos a la superficie. Con Harry a mi lado no podía parar de sonreír, con él me sentía bien, a salvo. Harry me daba tranquilidad.
-Anda, vamos a salir, tenemos que secarnos antes de irnos – dijo minutos más tarde.
Hacía un poco de viento así que cuando salimos se me puso la piel de gallina y creo que empecé a tiritar un poco. Me senté en la arena y Harry me abrazó para que no pasase frío.
Gracias al sol que hacía y a Harry ponto dejé de pasar frío y al fin nos secamos. Mi móvil y mis llaves estaban a unos pocos metros de donde nos habíamos sentado. Gateé hasta allí y los cogí.
-Será mejor que volvamos, no quiero que tu madre piense que soy un impuntual.
-Mi madre no podría pensar eso porque da la casualidad de que es la persona más impuntual que conozco.
-Igualmente, tengo hambre, ¿Tú no?
-Un poco, la verdad.
Nos pusimos en marcha de nuevo de vuelta hacia el coche, me cogió la mano y no me soltó, incluso conduciendo, los dedos de su mano derecha estaban entrelazados con los de mi izquierda.
Llegamos a mi casa puntuales. Mi madre abrió la puerta. Todavía seguíamos cogidos de la mano y sonrío al verlo.
-¿Por qué tenéis el pelo mojado?
-Harry nos ha tirado al agua, a los dos.
Mi madre rió. Parecía encantada con nuestra relación, aunque no hacía ningún comentario al respecto, se la veía feliz.
La ayudamos a poner la mesa y cuando la comida estuvo hecha fuimos a avisar a mis hermanos, Evelyn estaba muy contenta de ver a Harry de nuevo. Mi padre no comía en casa a medio día, comía en el trabajo.
Harry parecía llevarse bien con toda mi familia y mi familia parecía empezar a cogerle cariño. Entonces pensé en que ellos no sabían quien era Harry, eso era un problema que tendría que solucionar en algún momento, pero no le dí más importancia en ese momento.
Cuando terminamos de comer nos ofrecimos para fregar nosotros los platos y recoger la cocina y mi madre no se negó.
-¿Te gustaría venir a mi casa? No sé, podemos hacer lo que quieras, tenemos toda la tarde - me dijo.
-¡Me encantaría! ¿Vives solo?
-Sí, mi familia está en Inglaterra.
-Debes echarlos mucho de menos. Encima con tu trabajo...
-Sí, pero bueno, hay otras cosas que lo compensan, tú por ejemplo – dijo dándome un beso.
-Tengo que ducharme antes de irme, si no te importa, estoy salada.
-Pensaba que podríamos darnos un baño en mi jacuzzi.
-Ah bueno, entonces me espero, pero me voy a cambiar al menos de ropa y a ponerme un biquini.
Acabamos de recoger la cocina y subí a mi habitación a cambiarme. Avisé a mi madre de que me iba y bajé de nuevo.
Harry vivía a las afueras del pueblo, en la zona 'rica'. Aparcó el coche frente a un chalet enorme. Parecía un sitio tranquilo donde vivir. Bajamos del coche y abrió la puerta del jardín.
Me enseñó su casa por encima y luego pasamos al jacuzzi que estaba en una especie de ático. Dejé mi ropa encima de una silla y Harry se ausentó un momento porque fue a ponerse el bañador.
Me metí en el agua que estaba templada entonces llegó Harry por detrás dándome un suave beso en el cuello. Se metió en el jacuzzi y activó las burbujas. Se acercó a mí suavemente cogiéndome de la mano. Delicadamente apartó un mechón de pelo que me caía sobre la frente.
-Eres preciosa – me dijo.
Me sonrojé. Mi corazón latía violentamente contra mi pecho. Entonces nos fundimos en un beso apasionado, que se alargó durante unos cuantos minutos, subiendo la temperatura de nuestros cuerpos.
Pasé una de mis piernas por encima suya, entonces Harry, sensualmente, paso su mano por mi muslo, y acabó sentándome encima suya.
Pasé mis manos lentamente por su torso hasta llegar a su espalda. Nos mirábamos a los ojos, la adrenalina corría por mis venas, entonces, me mordió el labio, poniendo en tensión todo mi sistema nervioso.
De pronto, la puerta se abrió, dejándose ver un sexy irlandés, rubio de bote, con un cachorrito en brazos lamiendole la barbilla, Harry y yo dimos un respingo y nos separamos un poco avergonzados por la situación.



Este capítulo ha sido escrito con la colaboración de @Esther_AnyDanny, dadle las gracias por la parte morbosa. Gracias por tu ayuda en mis momentos menos inspirada.

viernes, 6 de julio de 2012

Capítulo 9

Austin se marchó enseguida después de la llamada y yo volví a la cocina a seguir con mi búsqueda de algo para comer.
Al final me hice un sándwich. Me lo comí lentamente sentada yo sola en la mesa de la cocina mirando todo el tiempo a un punto fijo.
Cuando terminé de comer volví arriba. Cambié las sábanas de mi cama y eché las sucias a lavar. Luego me di una ducha y me cambié de pijama.
No tenía nada de sueño, ya que me había pasado el día durmiendo a ratos, pero necesitaba tener la mente ocupada para no pensar.
Me disponía a encender el ordenador cuando sonó mi móvil. Abby me estaba llamando. Dudé si cogerlo o no. Me decidí a contestar.
-¿Diga? - dije secamente.
-¡Lily! Que alegría oírte, soy Abby.
-¿Ah, que ya te has acordado de mi existencia?
-Sabía que estarías enfadada, pero he estado muy, muy ocupada, de verdad...
-Pues por mí puedes seguir ocupada.
-Déjame explicarme. He estado de vacaciones fuera, y no llevábamos ningún teléfono a mano, y tampoco parábamos prácticamente en todo el día, ya sé que no es excusa, pero s te sirve de algo lo siento.
-¿Y puede saberse con quién te has ido de vacaciones?
-Ah, ya sabes, con nuestro grupo de siempre, Bridget, Wendy...
-Gracias por avisar. No tengo nada más que hablar contigo.
-Lily, no me cuelgues por favor, te iba a avisar pero supuse que no podrías venir
-Como te acabo de decir, no tengo más que hablar contigo. Adiós Abby, que te vaya bien.
La llamada de Abby fue otro golpe duro, pero estaba decidida a no dejar que me aceptara, ella y las demás ya habían demostrado que no eran mis amigas. Ya no me quedaba nada en mi antiguo lugar de residencia, solo recuerdos, y podía vivir perfectamente con ello.
Ahora mi vida estaba allí y mi amiga era Scarlett, no Abby. Ésa era mi casa. Y no necesitaba nada ni nadie de mi antigua vida.
En medio de mis reflexiones oí abrirse la puerta principal en el piso de abajo. Acababan de volver mis padres y mis hermanos.
Me metí en la cama y me hice la dormida cuando mi madre entró. Luego, caí en un sueño profundo y tuve una pesadilla que no logré recordar al día siguiente.
Por la mañana me levanté temprano, no podía seguir en la cama sabiendo lo que me esperaba, además, Harry había dicho ''por la mañana'', no sabía a que hora sería eso para él.
Bajé a desayunar y cuando subí de nuevo a mi habitación y me vestí y me lavé los dientes.
Cuando estaba decidiendo si llevarme bolso o no sonó el timbre.
-¡Voy! -dijo mi madre desde la planta baja.
Cogí el móvil y las llaves y me los metí rápidamente en bolsillo.
-¡Lily, es para ti! - me medio chilló mi madre.
Bajé a toda prisa las escaleras y allí estaba él, más guapo incluso que de costumbre, o al menos a mí me lo parecía.
-Hola -dije tímidamente.
-Hola -respondió él con una sonrisa.
-¿Vais a dar una vuelta?
-Sí, mamá – respondí.
-Vale, que lo paséis bien, oye Harry... ¿Por qué no te quedas luego a comer?
-Oh, no importa, muchas gracias...
-No seas tímido, quédate -le respondió.
-Bueno, si a Lily le parece bien.
-¿Por qué no iba a parecermelo? Quédate.
-Bueno, pues luego nos vemos chicos – concluyó mi madre.
Nos despedimos de mi madre y salimos.
-¿Dónde vamos?
-Ya lo verás, es una sorpresa. Creo que te gustará. Lo que iremos en coche porque está un poco lejos para ir andando.
-Anda, si conduces y todo.
-Sí, desde hace un año más o menos.
-Genial.
Me abrió la puerta de un Mercedes negro que estaba aparcado justo en frente de mi casa y subí. Luego dio la vuelta y se sentó en el asiento del conductor.
Condujo hasta las afueras del pueblo y luego se metió por el sendero de un bosque y aparcó.
-¿Es aquí? - pregunté.
-Solo es una parada en el camino.
-Ah, vale...
Caminamos entre los árboles unos diez minutos hasta que Harry se paró de pronto.
-Voy a taparte los ojos – me dijo.
-¿Es necesario?
-Sí, confía en mí.
-Vale.
Se puso detrás mía y me tapó los ojos. Caminamos otros cinco minutos más. Entonces empecé a oír el mar.
-Vale, ya puedes mirar.
Me destapó los ojos y me quede cegada unos segundos a causa del sol. Cuando logré volver a ver bien me quedé maravillada.
Estábamos en una pequeña playa, el agua del mar era cristalina, incluso desde donde nos encontrábamos se podían ver algunos peces, y la arena blanca parecía muy fina y suave. Era simplemente preciosa.
-¿Te gusta?
-No.
-¿No?
-No me gusta, me encanta, es el sito más bonito que he visto desde que he llegado aquí.
-¿De verdad?
-De verdad.
Nos sentamos en la arena cerca de la orilla.
-Tu dirás – me dijo.
-Primero de todo, siento haberme puesto como me puse.
-No pasa nada, es normal que te enfadaras, no es algo fácil de asimilar que digamos.
-Bueno, sigo. Una vez superado el shock inicial, no sé qué pensar. ¿Qué hay entre nosotros, Harry?
-Yo diría que somos algo más que amigos. No nos conocemos mucho, pero ahí está lo bonito, lo que hace esto especial, poder conocernos poco a poco. Y para mí no tiene precio que te gustara antes de saber que soy Harry Styles, la estrella, sé que lo que sientes es real.
-¿Y ahora qué vamos a hacer?
-Lo que quieras, por ti haría cualquier cosa. Entenderé si no quieres estar conmigo por el peso que eso conlleva, pero me encantaría que te quedaras conmigo. La cuestión es, ¿Qué decides?
-Decido... Juntos, para...
-...siempre – se me adelantó.

martes, 26 de junio de 2012

Sorry

Sé que el capítulo 8 es corto pero es que no he tenido tiempo de escribir y hacía tiempo que no subía, lo siento. El próximo será más largo y intentaré subirlo pronto. Gracias por leerme, de verdad. :)

Capítulo 8

Dejé mi diario y me metí en la cama. ¿Qué podía hacer? Nada. En frío ya no me molestaba tanto el hecho de que no me hubiese dicho nada, era normal, no quería que me alejara como precisamente había hecho. Luego estaba el problema en sí...
No podía salir con una persona tan conocida. Él tenía sus obligaciones que conllevan su trabajo. Al final del verano tendría que volver a su vida, una vida en la que yo no entraba. ¿Debía alejarme? Al fin y al cabo no hacía tanto que nos conocíamos, aunque para mí ya era alguien importante, pero ¿Y yo para él? Seguro que conocía a cientos de chicas mejores que yo en todos los aspectos, más guapas, más interesantes... Y durante los conciertos y eso conocería más todavía y se olvidaría de mí. Pero tal vez yo me había precipitado, no le dejé hablar, simplemente me fui sin más, pero supuse que él entendía que necesitaba tiempo para asimilar una noticia así.
No conseguía poner en orden mis sentimientos ni mis ideas y al final caí en un sueño profundo lleno de pesadillas.
Me desperté a la mañana siguiente con la sensación de no haber descansado nada y me dolía la cabeza, en general me encontraba fatal física y psicológicamente.
Pasé el día en la cama. Mi madre vino varias veces a traerme comida, pero no me entraba y al final desistió.
Por la tarde vino Scarlett a visitarme. No tenía ganas de hablar y ella se dio cuenta enseguida. Se tumbó a mi lado y nos dedicamos a ver la televisión.
Cuando mi amiga se fue, mi madre vino a traerme una pastilla, después de tomármela me quedé dormida hasta la noche.
Desperté y miré el reloj, eran las ocho y media. Me incorporé en la cama y descubrí un papel encima mía. Era una nota de mi madre. Decía que se iban todos a cenar fuera y que volverían hasta tarde.
Estaba cansada de estar en la cama y me encontraba un poco mejor así que decidí bajar a comer algo. Cuando estaba en la cocina rebuscando en la nevera sonó el timbre. Dudé si abrir o no. Decidí mirar por la mirilla. Era Austin, el amigo de Drew. Abrí.
-Hola, ¿Está Drew? - me preguntó.
-No, están todos cenando fuera.
-Ah, vale. ¿Y tú por qué no has ido?
-He estado enferma, he pasado el día en la cama. Me dormí y acabo de despertarme.
-Oh, pobrecita, ¿Ya estás mejor?
-Más o menos...
-¿Te pasa algo, Lily?
-No, bueno, sí, no sé...
-¿Quieres hablar? Puedo quedarme a hacerte compañía un rato si quieres.
Lo medité unos segundos. Quizás me vendría bien hablar con alguien, sacar los sentimientos fuera y esas cosas.
-Claro, pasa.
Salimos al porche y nos sentamos en el suelo. Debía tener una pinta horrible, no me había peinado en todo el día y estaba en pijama.
-Bueno, cuéntame.
-No sé, ni si quiera yo misma acabo de creérmelo, pero bueno...
Le conté mi historia con Harry sin muchos detalles centrándome más en contarle el final, lo que más me preocupaba.
-Lily, no te ofendas... ¿Cómo no conocías a One Direction? Todo el mundo los conoce. Están saliendo todo el día en la tele, en la radio, en todas partes.
-A ver Austin, no sé...
-¿Y qué vas a hacer?
-No lo sé. ¿Tú qué harías?
-Pues no lo sé. Lily, le conoces hace nada, igual deberías alejarte de él. Su mundo no es nada fácil. No creo que merezca la pena cambiar tanto tu vida por alguien que conoces hace tan poco.
-¿Qué importa el tiempo que haga? A mí me importa él.
-Pues habla con él.
-No es tan fácil Austin.
-Claro que es tan fácil, puedes hacerlo ahora mismo, queda con él y hablad.
-Vale, voy a hacerlo.
Saqué mi móvil del bolsillo y me quedé mirando fijamente la pantalla, indecisa. Pasaron unos minutos y Austin me lo quitó de las manos.
-Toma, ya está llamando – dijo devolviéndomelo.
Me lo puse en la oreja y esperé nerviosa hasta que contestó.
-¿Lily? - preguntó Harry.
-Hola, sí, soy yo. Me gustaría hablar contigo, en persona.
-Vale – dijo sorprendido - ¿Te paso a buscar mañana por la mañana?
-Me parece bien.
-De acuerdo... Estaré allí sobre las once.
-Hasta mañana entonces.
-Adiós.
Colgué.
-¿Ves? Fácil.
-Sí, gracias. Una cosa, te agradecería que no contaras a mi hermano ni a nadie esto, ya sé que...
-Lily, - me interrumpió- no voy a contárselo a nadie.
-Gracias – dije dándole un abrazo.
-De nada, y a partir de ahora ya sabes que puedes contar conmigo.

domingo, 17 de junio de 2012

Capítulo 7

-¿Alguna vez has besado a alguien bajo el agua? - me preguntó Austin súbitamente.
-No, ¿Tú?
-Tampoco. ¿Quieres que probemos? -dijo mirándome a los ojos.
-Lo siento pero no. No te lo tomes a mal, es que ya hay alguien.
-Ah, bueno, no pasa nada... -me respondió un tanto cortado.
En ese momento sonó mi móvil que estaba encima de la mesa. Salí corriendo de la piscina sin pensármelo y me dio tiempo a contestar.
-¿Hola?
-Hola Lily, soy Harry -mi corazón empezó a latir con más fuerza.
-¿Qué ha pasado esta tarde? ¿Dónde estás?
-Estoy en Londres, he tenido que coger un avión.
-¡¿Qué?! -grité.
-Lo siento, no es algo para contar por teléfono, pero no te preocupes, no pasa nada malo.
-Harry, no puedes dejarme así de repente, luego llamarme desde Londres, y decirme que no me preocupe.
-No es algo para contar por teléfono Lily, de verdad... Mañana por la tarde ya estaré allí. ¿Nos vemos a las cinco en el parque?
-Allí estaré.
-Tengo que colgar. Lo siento. Nos vemos mañana.
-Adiós, hasta mañana...
Colgó y me quedé ahí, sin saber que pensar.
-¿No me vas a contar quién es ese tal Harry? -dijo Scarlett. Había aparecido tras de mi de repente.
-Claro, pero no aquí -dije refiriéndome a los chicos.
-Pues vamos arriba anda.
Subimos las dos, nos duchamos y nos pusimos el pijama. Nos sentamos en mi cama y le conté todo sobre mi ''historia'' con Harry.
-Vaya... Pues es muy raro, que quieres que te diga - me soltó Scarlett cuando acabé de hablar.
-Ya lo sé, la gente no coge un avión así como si nada si no pasa nada malo.
-Mañana sabremos de dudas, de momento, vamos a ver la peli.
Pusimos la película en la televisión de mi cuarto y la vimos en silencio, yo me quedé dormida antes de que acabara y fui consciente de ello a la mañana siguiente. Nos levantamos sobre las once, desayunamos y Scarlett volvió a su casa. Le prometí llamarla en cuanto volviera a casa después de ver a Harry.
Se me hizo eterna la espera hasta las cinco. A menos cuarto ya estaba en el parque esperándole. Me senté en un banco, nerviosa.
A las cinco en punto apareció por detrás mía y me abrazó.
-Hola, lo siento – fue lo primero que me dijo.
-Ya puedes contarme todo, ahora mismo – le respondí un tanto borde.
-A ver Lily, no es algo fácil de explicar... No sé por donde empezar.
-Pues por el principio, por ejemplo – le interrumpí.
-No me vas a creer...
-Ya veremos.
-Tengo un grupo, salimos en un programa de televisión, X Factor, no ganamos pero firmamos un contrato discográfico y ahora somos mundialmente famosos y tenemos millones de fans. Me mudé aquí porque ahora tenemos unos meses de vacaciones y necesitaba un lugar donde nadie me conociese. Donde no tener paparazzis a todas horas en la puerta de mi casa...
-...Harry... - le interrumpí de nuevo.
-Lily...
-No, Lily, no... No me lo puedo creer, pero si es verdad, ¿Cuándo pensabas contármelo? No sé, me parece un detalle importante. ¿Qué esperabas, que no me enterara nunca?
-No lo sé Lily, de verdad que lo siento, pero...
-Pero nada, adiós Harry – dije poniéndome en pie y empezando a irme.
-¡No, espera! -dijo cogiéndome del brazo.
Me dí la vuelta y le miré a los ojos.
-Necesito tiempo ¿Vale? Solo te pido eso.
Entonces me marché definitivamente dejandole allí inmóvil. Cuando llegué a mi casa subí a mi habitación y encendí el ordenador.
Tecleé en el ordenador ''One Direction'' y pasé toda la tarde viendo vídeos... No podía asimilarlo.
Mi madre me llamó para que bajara a cenar y mientras me dedicaba a poner la mesa llamé a Scarlett y le dije que se pasaría por su casa cuando acabase de cenar y así lo hice. Ella misma me abrió la puerta y en cuanto lo hizo me lancé a sus brazos y empecé a llorar desconsoladamente. Subimos a su cuarto y cuando me tranquilicé le conté todo.
-No sé ni que decirte, sinceramente – me dijo- es muy fuerte...
-Ya lo sé, estoy todavía como en shock...
-Normal, hasta yo que he quedado así. ¿Qué vas a hacer?
-No tengo ni idea.
Volví pronto a mi casa y cogí mi diario, al cual ya tenía abandonado.

Querido diario:
Ahora mismo tengo una sensación muy rara. Harry ha resultado formar parte de un grupo de fama mundial... ¿Cómo se supone que tengo que tomármelo? Lo que más me mata es que no me lo haya contado hasta ahora porque es como si me hubiese mentido. No sé que pensar, no sé que creer, y no sé que hacer.
Lily

miércoles, 13 de junio de 2012

Capítulo 6

-Hola, ¿Tu eres Lily? -me dijo una chica cuando salí.

Era alta, delgada, con una larga melena negra y ojos oscuros enmarcados por unas espesas pestañas.

-Sí soy yo -me preguntaba como sabría esa chica mi nombre.

-Yo soy Scarlett, vivo aquí al lado -dijo señalando la casa que quedaba a la derecha de la mía- tu madre me ha dicho que tenía una hija de mi edad y supuse que eras tú.

-Pues sí, soy yo, encantada de conocerte -Scarlett me transmitía unas buenas sensaciones.

-¿Conoces ya a alguien de por aquí?

-Solo a una persona, bueno ahora a dos -las dos reímos.

Pasamos el resto de la tarde hablando animadamente tumbadas en mi toalla en un trocito libre de césped. Scarlett tenía una hermana mayor, Chloe. Y era la típica rockera con fachada de dura y la gente no solía aceptarla. Lo mejor es que tenía mi edad, dieciséis, y por lo tanto iba al mismo curso que yo, y al mismo colegio, bueno, internado. Así que por fin ya conocía a alguien de allí. Tenía la sensación de que Scarlett y yo íbamos a ser grandes amigas. En medio de una de nuestras conversaciones llegó mi madre.

-Hola chicas, veo que ya os conocéis. Ya sabía yo que os caeríais bien. Ha llamado tu madre Scarlett, dice que tiene que irse a trabajar esta noche, una emergencia. Le he dicho que te podías quedar aquí, ¿Te gustaría?

-Claro, pero debería ir a por mis cosas antes de que se marche.

-Por supuesto que te acompañe Lily.

-¡Vale! Así te enseño el póster ese del que te hablaba.

-¡Genial! Vamos -respondí.

Pasamos por el salón, yo me puse rápidamente mi vestido y Scarlett su camiseta de un grupo de música y unos shorts. No tardamos ni dos minutos en llegar a su casa, nos abrió su madre, a la cual me presentó antes de subir a su habitación.

Su cuarto era muy... Ella. Lleno de pósters de sus grupos favoritos, CDs y ese tipo de cosas.

-Elige una película de esa estantería si quieres y la vemos esta noche. ¿Te gustan las de miedo? -preguntó mientras metía sus cosas en una mochila.

-Sí, me encantan -respondí mientras intentaba decidirme por una.

-Ya estoy lista -me dijo a los pocos minutos- ¿Tienes la peli?

-Sí, toma -dije pasándosela para que la metiese en su mochila.

-Pues vayámonos.

Nos despedimos de su madre y volvimos a su casa, eran más de las ocho así que ya se había ido casi todo el mundo, solo quedaban un par de amigos de mi hermano.

-Vamos a pedir pizza para cenar Lily -me informó Drew.

-Genial, ¿Y mamá dónde está?

-Ha ido a acompañar a Evelyn a casa de Harper, se queda allí esta noche.

-Ella también se queda, Scarlett este es mi hermano Drew -dije volviéndome hacia ella que saludó .

-Ellos son Austin y Ryan, también se quedan – dijo señalando respectivamente a cada chico- esta es mi hermana Lily.

Austin era el más bajito, moreno y con ojos azules y Ryan el otro, un poco más alto, castaño y con los ojos marrón claro.

En ese momento llegó mi madre.

-¿Qué, habéis pedido las pizzas? Papá llegará pronto.

-Sí, han dicho que máximo media hora.

-Genial, cenaremos aquí afuera, que corre más brisa. ¿Me ayudáis a recoger un poco esto y a poner la mesa?

-Claro -respondimos todos los que estábamos en el patio.

Acompañé un momento a Scarlett a mi habitación a dejar su mochila y bajamos a ayudar. Mi padre llegó enseguida como mi madre había previsto y las pizzas llegaron casi a la vez. Cenamos todos juntos en la mesa desplegable junto a la piscina. Cuando acabamos ayudamos a mi madre a recoger y mis padres se fueron al salón a ver la televisión.

-¿Qué, os hace un último baño chicas? -preguntó Ryan.

-Yo creo que sí -dijo Austin echándole una mirada traviesa Drew que le correspondió con otra.

Entonces, de repente, corrieron hacia nosotras, Ryan cogió a Scarlett y Austin a mí y nos tiraron a la piscina, con ropa y todo.

Desde dentro nos miramos perplejas pero al segundo tuvimos la misma idea. Salimos deprisa y corrimos hacia ellos, intentaron huir pero finalmente los tiramos a los dos y también a mi hermano.

-No pensé que fueran a devolvérnosla, sinceramente -dijo Austin.

-Mi hermana es muy así -respondió Drew entre risas- ¿Me ayudas a salir por favor, hermanita? -dijo tendiéndome su mano y cuando se la cogí aprovechó para volver a tirarme al agua.

-¡Me has engañado! -le grité entre risas- Eres una mala persona, que lo sepas.

-Lo siento, la oportunidad era muy buena para dejarla escapar.

-Muy gracioso – respondí. Entonces vi que Scarlett se había sentado en el bordillo y la cogí de los pies y la tiré.

-¡Lily! - me chilló-

Todos empezamos a reír.

-Pues yo me voy a quitar la ropa, pesa – dijo Scarlett. Y se quitó la camiseta y los shorts quedando en su bikini negro.

-Yo no consigo quitarme el vestido -dije tirando del mismo.

-Ven que te ayudó -dijo Austin.

Nadé hasta él y consiguió sacarme el vestido.

-Ay, gracias, casi no podía nadar.

-De nada.

Drew, Ryan y Scarlett pasaban de nosotros dos, habían empezado a jugar a tirarse la camiseta mojada de ella como si fuera una pelota.

-¿Alguna vez has besado a alguien bajo el agua? - me preguntó Austin súbitamente.

lunes, 11 de junio de 2012

Capítulo 5

No me lo pensé dos veces y salté. Me cogió como me había prometido y no di a nadie, pero no le solté y él tampoco me soltó. Nos miramos a los ojos un rato . Sus preciosos rizos al mojarse se habían alisado y le caía el pelo mojado por la cara así que se lo retiré delicadamente.

-Gracias, ahora veo mucho mejor- dijo y solté una carcajada.

Entonces apareció Evelyn con una niña pecosa pelirroja en un flotador doble y solté a Harry rápidamente.

-¡Hola Lily! ¡Mira, esta es Harper, mi nueva amiga! ¡Harper, esta es mi hermana Lily! -dijo en el tono agudo y alegre que la caracterizaba.

-Encantada de conocerte Harper, ¿Lo pasáis bien?

-¡Sí, muy bien! -respondió Harper.

-Mirad este es mi amigo Harry -les dije.

-¡Es muy guapo! -exclamó mi hermanita.

-Gracias princesa, vosotras también sois muy guapas.

-Ohhhh... -solté sin querer ante tanta ternura y Harry soltó una risita.

-¿Nos ayudáis a salir porfis? No conseguimos llegar a la escalera.

-¡Claro! Vamos a coger una cada uno- le dije a Harry.

Cogí a Harper y él a Evelyn y las alzamos al bordillo.

-¡Gracias! -exclamaron las dos antes de salir corriendo, con flotador y todo.

-Yo creo que también voy a salir, me estoy agobiando un poco -le dije a Harry.

-Sí, yo también. Venga, te ayudo salir a ti también -dijo cogiéndome por la cintura.

Me sentó en el bordillo y luego se sentó a mi lado. Propuse ir a comer algo mientras me ponía en pie porque me empezaba a poner nerviosa la cercanía. Fuimos a la mesa que supuse había preparado mi madre y picamos algo. Entonces la susodicha apareció de repente ante nosotros.

-¡Hola! Tu debes de ser Harry, ¿No? Yo soy Elisabeth la madre de Lily.

-Sí, soy Harry, encantado -dijo con una de sus genuinas sonrisas.

-¿Lo estáis pasando bien?

-Sí, mamá, genial, y por cierto todo está muy rico.

-Me alegro, espero verte por aquí a menudo Harry. Bueno me voy que me llamaba Evelyn -dijo antes de marcharse.

-Que simpática toda tu familia -me dijo Harry sonriendo.

-Gracias, supongo -notaba como me ponía roja.

-De nada.

-Oye, ¿Y si subimos a mi habitación? Me estreso aquí con tanta gente.

-Como quieras.

-Pues vamos.

Me siguió entre el gentío, llegamos a las puertas correderas del salón y entramos ,

luego subimos las escaleras y recorrimos el pasillo hasta llegar a mi cuarto. Como ya me había secado de la piscina me tiré en la cama y Harry se sentó a mi lado.

-¿Has sabido algo de tus amigos?

-No, nadie ha llamado ni nada todavía, pero ya no hace falta que lo hagan. Sinceramente ya no pienso mucho en ello.

-Mejor, yo creo que ya han demostrado que no merecían la pena.

-Pues sí... Nunca te lo he preguntado, ¿Donde vivías antes?

-En Inglaterra.

-¿Y porque has venido a vivir a un pequeño pueblo perdido a tantas horas de tu casa?

-Necesitaba un descanso, un lugar donde nadie me conociera. Y por el momento funciona.

Algún día te contaré porque, pero todavía no es el momento.

-Vale... Creo -su respuesta me había desconcertado.

-¿Que vas a hacer cuando se acabe el verano?

-Empiezo en el Skyscraper International College.

-Suena a una importante institución -los dos reímos.

-Pues simplemente es un internado.

-Pues vaya. ¿Sabes? Mejor no hablemos del final del verano. Disfrutemoslo todo lo que podamos y cuando llegue ya hablaremos de ello.

-Claro... -había vuelto a desconcertarme- Harry, ¿Puedo preguntarte algo?

-Pues claro que sí

-¿Tú qué...? -en ese momento sonó su móvil.

-Un momento, tengo que cogerlo.

...sientes por mí? La pregunta se había quedado suspendida a medio decir.

-Lo siento muchísimo Lily pero tengo que irme, te lo compensaré, lo prometo -me dijo apresuradamente tras colgar.

-¿Pero pasa algo malo?

-No, no pasa nada malo, ya te contaré.

-Harry por favor dime que pasa, me voy a quedar preocupada.

-¿Confías en mí? -me dijo mirándome con cara de pena.

-Eso creo, pero...

Entonces pasó, cogió mi cara entre sus manos y me besó suavemente.

-¿Qué ibas a preguntarme antes? -preguntó todavía con su rostro a pocos centímetros del mío.

-Ya has respondido a mi pregunta.

-Te llamaré en cuanto pueda. Sé buena, ¿Vale?

-Vale. Te acompaño abajo.

Bajamos las escaleras apresuradamente y se puso su ropa que estaba en el salón. Le abrí la puerta.

-Por favor no me hagas esperar mucho tu llamada.

-Lo intentaré. Hasta pronto -me dio un rápido pico y se marchó.

Decidí volver a salir a la fiesta a distraerme un poco y no pensar en lo que había pasado. Ya ordenaría mi cabeza más tarde.

-Hola, ¿Tu eres Lily? -me dijo una chica cuando salí.








Bueno, este no es muy largo, el próximo lo será más, espero que os haya gustado igualmente :)

domingo, 10 de junio de 2012

Capítulo 4

Al día siguiente me levanté temprano. No podía seguir en la cama. Bajé a la cocina. Mi madre, tan madrugadora como siempre, ya estaba en pie.

-Buenos días, mamá.

-Buenos días, voy a hacer tortitas.

-Genial, ¿Te ayudo a algo?

-No importa cielo. Ah, una cosa que quería decirte. ¿Has hecho ya algún amigo?

-No, sí, no... Bueno, no sé, algo así, ¿Por qué?

-Porque tu hermano Drew quiere dar una fiesta esta tarde en la piscina y ha invitado a sus nuevos amigos, y Evelyn ha invitado a la vecina, que es de su edad y juegan mucho juntas. Así que puedes invitar a quien quieras. Por cierto, no me habías dicho que habías hecho amigos.

-Solo es uno, le conocí en el parque y luego me lo encontré ayer en el cine. Se llama Harry.

-Bueno, pues invita a Harry. La fiesta es esta tarde a las cinco.



Esperé hasta medio día para llamar a Harry por si acaso dormía o algo. Me lo cogió enseguida.

-¿Diga?

-Hola, Harry, soy Lily.

-Ah, hola Lily -sonaba animado- ¿Qué tal todo?

-Bien. Bueno llamaba porque esta tarde mi hermano hace una fiesta en nuestra piscina, va a invitar a todos sus amigos y eso. ¿Te gustaría venir?

-¡Claro! Genial. ¿A qué hora?

-A las cinco. ¿Te parece si quedamos a menos cuarto en el parque? Es que no sabría muy bien como explicarte donde está mi casa.

-Me parece muy bien.

-Bueno, pues hasta esta tarde.

-Hasta luego -dijo y colgó.



30 de Julio 12:56

Querido diario:

Acabo de llamar a Harry. Le he invitado a la fiesta que organiza mi hermano en la piscina de mi casa. Los nervios me matan. Esto no puede ser... LE CONOZCO HACE NADA. No se que me pasa, solo se que no me había pasado antes. Cabe la posibilidad de que él sienta lo mismo, pero no quiero hacerme ilusiones porque puedo acabar llevándome una gran desilusión. Todo está en el aire. Luego si puedo escribo.

Lily



Después de comer empezó mi estrés no sabía que biquini ni que ropa ponerme. A ver, solo iba a verme un rato con la ropa, pero daba igual, me parecía una elección tremendamente difícil. Me decanté por un biquini con estampado floral y un sencillo vestido blanco y chanclas.

A las cinco menos cuarto llegué al parque, él ya estaba allí esperándome, guapísimo como siempre.

-¡Hola! -medio chillé mientras llegaba a su lado.

-Hola preciosa -el corazón me dio un vuelco.

-¿Qué tal todo?

-Muy bien.

-Bueno, ¿Vamos?

-Claro.

Hicimos el camino que llevaba hasta mi casa hablando animadamente. Cuando llegamos nos dirigimos directamente a la parte trasera, donde se encontraba la piscina.

Ya estaba todo lleno de gente, mi hermano había invitado a todos los amigos que ya había hecho y mi madre a un montón de vecinos de nuestra edad que yo todavía ni conocía.

-Dios, cuanta gente han invitado -dije mirando a mi alrededor.

-¿Los conoces a todos?

-Más bien no conozco a absolutamente nadie.

Los dos rompimos a reír. Llegó mi hermano que nos acababa de localizar.

-Hola enana, ¿No me presentas a tu amigo?

-Te he dicho que no me llames enana, -respondí algo molesta- Drew, este es mi amigo Harry, Harry este es mi hermano Drew.

-Encantado -se dijeron mutuamente.

-Bueno me voy a hacer vida social -me dijo mi hermano desapareciendo entre la gente.

-¿Nos damos un baño?

-Claro, vamos a dejar la ropa dentro.

Dejamos la ropa en el salón y volvimos a salir. Harry saltó directamente en cuanto vio un hueco en la piscina ya abarrotada. Apenas se podía nadar.

-¡Vamos, salta! -me dijo.

-Le voy a dar a alguien.

-Que no, salta aquí, yo te cojo -me prometió alzando los brazos para que saltara a ellos.

-Vale.