martes, 26 de junio de 2012

Sorry

Sé que el capítulo 8 es corto pero es que no he tenido tiempo de escribir y hacía tiempo que no subía, lo siento. El próximo será más largo y intentaré subirlo pronto. Gracias por leerme, de verdad. :)

Capítulo 8

Dejé mi diario y me metí en la cama. ¿Qué podía hacer? Nada. En frío ya no me molestaba tanto el hecho de que no me hubiese dicho nada, era normal, no quería que me alejara como precisamente había hecho. Luego estaba el problema en sí...
No podía salir con una persona tan conocida. Él tenía sus obligaciones que conllevan su trabajo. Al final del verano tendría que volver a su vida, una vida en la que yo no entraba. ¿Debía alejarme? Al fin y al cabo no hacía tanto que nos conocíamos, aunque para mí ya era alguien importante, pero ¿Y yo para él? Seguro que conocía a cientos de chicas mejores que yo en todos los aspectos, más guapas, más interesantes... Y durante los conciertos y eso conocería más todavía y se olvidaría de mí. Pero tal vez yo me había precipitado, no le dejé hablar, simplemente me fui sin más, pero supuse que él entendía que necesitaba tiempo para asimilar una noticia así.
No conseguía poner en orden mis sentimientos ni mis ideas y al final caí en un sueño profundo lleno de pesadillas.
Me desperté a la mañana siguiente con la sensación de no haber descansado nada y me dolía la cabeza, en general me encontraba fatal física y psicológicamente.
Pasé el día en la cama. Mi madre vino varias veces a traerme comida, pero no me entraba y al final desistió.
Por la tarde vino Scarlett a visitarme. No tenía ganas de hablar y ella se dio cuenta enseguida. Se tumbó a mi lado y nos dedicamos a ver la televisión.
Cuando mi amiga se fue, mi madre vino a traerme una pastilla, después de tomármela me quedé dormida hasta la noche.
Desperté y miré el reloj, eran las ocho y media. Me incorporé en la cama y descubrí un papel encima mía. Era una nota de mi madre. Decía que se iban todos a cenar fuera y que volverían hasta tarde.
Estaba cansada de estar en la cama y me encontraba un poco mejor así que decidí bajar a comer algo. Cuando estaba en la cocina rebuscando en la nevera sonó el timbre. Dudé si abrir o no. Decidí mirar por la mirilla. Era Austin, el amigo de Drew. Abrí.
-Hola, ¿Está Drew? - me preguntó.
-No, están todos cenando fuera.
-Ah, vale. ¿Y tú por qué no has ido?
-He estado enferma, he pasado el día en la cama. Me dormí y acabo de despertarme.
-Oh, pobrecita, ¿Ya estás mejor?
-Más o menos...
-¿Te pasa algo, Lily?
-No, bueno, sí, no sé...
-¿Quieres hablar? Puedo quedarme a hacerte compañía un rato si quieres.
Lo medité unos segundos. Quizás me vendría bien hablar con alguien, sacar los sentimientos fuera y esas cosas.
-Claro, pasa.
Salimos al porche y nos sentamos en el suelo. Debía tener una pinta horrible, no me había peinado en todo el día y estaba en pijama.
-Bueno, cuéntame.
-No sé, ni si quiera yo misma acabo de creérmelo, pero bueno...
Le conté mi historia con Harry sin muchos detalles centrándome más en contarle el final, lo que más me preocupaba.
-Lily, no te ofendas... ¿Cómo no conocías a One Direction? Todo el mundo los conoce. Están saliendo todo el día en la tele, en la radio, en todas partes.
-A ver Austin, no sé...
-¿Y qué vas a hacer?
-No lo sé. ¿Tú qué harías?
-Pues no lo sé. Lily, le conoces hace nada, igual deberías alejarte de él. Su mundo no es nada fácil. No creo que merezca la pena cambiar tanto tu vida por alguien que conoces hace tan poco.
-¿Qué importa el tiempo que haga? A mí me importa él.
-Pues habla con él.
-No es tan fácil Austin.
-Claro que es tan fácil, puedes hacerlo ahora mismo, queda con él y hablad.
-Vale, voy a hacerlo.
Saqué mi móvil del bolsillo y me quedé mirando fijamente la pantalla, indecisa. Pasaron unos minutos y Austin me lo quitó de las manos.
-Toma, ya está llamando – dijo devolviéndomelo.
Me lo puse en la oreja y esperé nerviosa hasta que contestó.
-¿Lily? - preguntó Harry.
-Hola, sí, soy yo. Me gustaría hablar contigo, en persona.
-Vale – dijo sorprendido - ¿Te paso a buscar mañana por la mañana?
-Me parece bien.
-De acuerdo... Estaré allí sobre las once.
-Hasta mañana entonces.
-Adiós.
Colgué.
-¿Ves? Fácil.
-Sí, gracias. Una cosa, te agradecería que no contaras a mi hermano ni a nadie esto, ya sé que...
-Lily, - me interrumpió- no voy a contárselo a nadie.
-Gracias – dije dándole un abrazo.
-De nada, y a partir de ahora ya sabes que puedes contar conmigo.

domingo, 17 de junio de 2012

Capítulo 7

-¿Alguna vez has besado a alguien bajo el agua? - me preguntó Austin súbitamente.
-No, ¿Tú?
-Tampoco. ¿Quieres que probemos? -dijo mirándome a los ojos.
-Lo siento pero no. No te lo tomes a mal, es que ya hay alguien.
-Ah, bueno, no pasa nada... -me respondió un tanto cortado.
En ese momento sonó mi móvil que estaba encima de la mesa. Salí corriendo de la piscina sin pensármelo y me dio tiempo a contestar.
-¿Hola?
-Hola Lily, soy Harry -mi corazón empezó a latir con más fuerza.
-¿Qué ha pasado esta tarde? ¿Dónde estás?
-Estoy en Londres, he tenido que coger un avión.
-¡¿Qué?! -grité.
-Lo siento, no es algo para contar por teléfono, pero no te preocupes, no pasa nada malo.
-Harry, no puedes dejarme así de repente, luego llamarme desde Londres, y decirme que no me preocupe.
-No es algo para contar por teléfono Lily, de verdad... Mañana por la tarde ya estaré allí. ¿Nos vemos a las cinco en el parque?
-Allí estaré.
-Tengo que colgar. Lo siento. Nos vemos mañana.
-Adiós, hasta mañana...
Colgó y me quedé ahí, sin saber que pensar.
-¿No me vas a contar quién es ese tal Harry? -dijo Scarlett. Había aparecido tras de mi de repente.
-Claro, pero no aquí -dije refiriéndome a los chicos.
-Pues vamos arriba anda.
Subimos las dos, nos duchamos y nos pusimos el pijama. Nos sentamos en mi cama y le conté todo sobre mi ''historia'' con Harry.
-Vaya... Pues es muy raro, que quieres que te diga - me soltó Scarlett cuando acabé de hablar.
-Ya lo sé, la gente no coge un avión así como si nada si no pasa nada malo.
-Mañana sabremos de dudas, de momento, vamos a ver la peli.
Pusimos la película en la televisión de mi cuarto y la vimos en silencio, yo me quedé dormida antes de que acabara y fui consciente de ello a la mañana siguiente. Nos levantamos sobre las once, desayunamos y Scarlett volvió a su casa. Le prometí llamarla en cuanto volviera a casa después de ver a Harry.
Se me hizo eterna la espera hasta las cinco. A menos cuarto ya estaba en el parque esperándole. Me senté en un banco, nerviosa.
A las cinco en punto apareció por detrás mía y me abrazó.
-Hola, lo siento – fue lo primero que me dijo.
-Ya puedes contarme todo, ahora mismo – le respondí un tanto borde.
-A ver Lily, no es algo fácil de explicar... No sé por donde empezar.
-Pues por el principio, por ejemplo – le interrumpí.
-No me vas a creer...
-Ya veremos.
-Tengo un grupo, salimos en un programa de televisión, X Factor, no ganamos pero firmamos un contrato discográfico y ahora somos mundialmente famosos y tenemos millones de fans. Me mudé aquí porque ahora tenemos unos meses de vacaciones y necesitaba un lugar donde nadie me conociese. Donde no tener paparazzis a todas horas en la puerta de mi casa...
-...Harry... - le interrumpí de nuevo.
-Lily...
-No, Lily, no... No me lo puedo creer, pero si es verdad, ¿Cuándo pensabas contármelo? No sé, me parece un detalle importante. ¿Qué esperabas, que no me enterara nunca?
-No lo sé Lily, de verdad que lo siento, pero...
-Pero nada, adiós Harry – dije poniéndome en pie y empezando a irme.
-¡No, espera! -dijo cogiéndome del brazo.
Me dí la vuelta y le miré a los ojos.
-Necesito tiempo ¿Vale? Solo te pido eso.
Entonces me marché definitivamente dejandole allí inmóvil. Cuando llegué a mi casa subí a mi habitación y encendí el ordenador.
Tecleé en el ordenador ''One Direction'' y pasé toda la tarde viendo vídeos... No podía asimilarlo.
Mi madre me llamó para que bajara a cenar y mientras me dedicaba a poner la mesa llamé a Scarlett y le dije que se pasaría por su casa cuando acabase de cenar y así lo hice. Ella misma me abrió la puerta y en cuanto lo hizo me lancé a sus brazos y empecé a llorar desconsoladamente. Subimos a su cuarto y cuando me tranquilicé le conté todo.
-No sé ni que decirte, sinceramente – me dijo- es muy fuerte...
-Ya lo sé, estoy todavía como en shock...
-Normal, hasta yo que he quedado así. ¿Qué vas a hacer?
-No tengo ni idea.
Volví pronto a mi casa y cogí mi diario, al cual ya tenía abandonado.

Querido diario:
Ahora mismo tengo una sensación muy rara. Harry ha resultado formar parte de un grupo de fama mundial... ¿Cómo se supone que tengo que tomármelo? Lo que más me mata es que no me lo haya contado hasta ahora porque es como si me hubiese mentido. No sé que pensar, no sé que creer, y no sé que hacer.
Lily

miércoles, 13 de junio de 2012

Capítulo 6

-Hola, ¿Tu eres Lily? -me dijo una chica cuando salí.

Era alta, delgada, con una larga melena negra y ojos oscuros enmarcados por unas espesas pestañas.

-Sí soy yo -me preguntaba como sabría esa chica mi nombre.

-Yo soy Scarlett, vivo aquí al lado -dijo señalando la casa que quedaba a la derecha de la mía- tu madre me ha dicho que tenía una hija de mi edad y supuse que eras tú.

-Pues sí, soy yo, encantada de conocerte -Scarlett me transmitía unas buenas sensaciones.

-¿Conoces ya a alguien de por aquí?

-Solo a una persona, bueno ahora a dos -las dos reímos.

Pasamos el resto de la tarde hablando animadamente tumbadas en mi toalla en un trocito libre de césped. Scarlett tenía una hermana mayor, Chloe. Y era la típica rockera con fachada de dura y la gente no solía aceptarla. Lo mejor es que tenía mi edad, dieciséis, y por lo tanto iba al mismo curso que yo, y al mismo colegio, bueno, internado. Así que por fin ya conocía a alguien de allí. Tenía la sensación de que Scarlett y yo íbamos a ser grandes amigas. En medio de una de nuestras conversaciones llegó mi madre.

-Hola chicas, veo que ya os conocéis. Ya sabía yo que os caeríais bien. Ha llamado tu madre Scarlett, dice que tiene que irse a trabajar esta noche, una emergencia. Le he dicho que te podías quedar aquí, ¿Te gustaría?

-Claro, pero debería ir a por mis cosas antes de que se marche.

-Por supuesto que te acompañe Lily.

-¡Vale! Así te enseño el póster ese del que te hablaba.

-¡Genial! Vamos -respondí.

Pasamos por el salón, yo me puse rápidamente mi vestido y Scarlett su camiseta de un grupo de música y unos shorts. No tardamos ni dos minutos en llegar a su casa, nos abrió su madre, a la cual me presentó antes de subir a su habitación.

Su cuarto era muy... Ella. Lleno de pósters de sus grupos favoritos, CDs y ese tipo de cosas.

-Elige una película de esa estantería si quieres y la vemos esta noche. ¿Te gustan las de miedo? -preguntó mientras metía sus cosas en una mochila.

-Sí, me encantan -respondí mientras intentaba decidirme por una.

-Ya estoy lista -me dijo a los pocos minutos- ¿Tienes la peli?

-Sí, toma -dije pasándosela para que la metiese en su mochila.

-Pues vayámonos.

Nos despedimos de su madre y volvimos a su casa, eran más de las ocho así que ya se había ido casi todo el mundo, solo quedaban un par de amigos de mi hermano.

-Vamos a pedir pizza para cenar Lily -me informó Drew.

-Genial, ¿Y mamá dónde está?

-Ha ido a acompañar a Evelyn a casa de Harper, se queda allí esta noche.

-Ella también se queda, Scarlett este es mi hermano Drew -dije volviéndome hacia ella que saludó .

-Ellos son Austin y Ryan, también se quedan – dijo señalando respectivamente a cada chico- esta es mi hermana Lily.

Austin era el más bajito, moreno y con ojos azules y Ryan el otro, un poco más alto, castaño y con los ojos marrón claro.

En ese momento llegó mi madre.

-¿Qué, habéis pedido las pizzas? Papá llegará pronto.

-Sí, han dicho que máximo media hora.

-Genial, cenaremos aquí afuera, que corre más brisa. ¿Me ayudáis a recoger un poco esto y a poner la mesa?

-Claro -respondimos todos los que estábamos en el patio.

Acompañé un momento a Scarlett a mi habitación a dejar su mochila y bajamos a ayudar. Mi padre llegó enseguida como mi madre había previsto y las pizzas llegaron casi a la vez. Cenamos todos juntos en la mesa desplegable junto a la piscina. Cuando acabamos ayudamos a mi madre a recoger y mis padres se fueron al salón a ver la televisión.

-¿Qué, os hace un último baño chicas? -preguntó Ryan.

-Yo creo que sí -dijo Austin echándole una mirada traviesa Drew que le correspondió con otra.

Entonces, de repente, corrieron hacia nosotras, Ryan cogió a Scarlett y Austin a mí y nos tiraron a la piscina, con ropa y todo.

Desde dentro nos miramos perplejas pero al segundo tuvimos la misma idea. Salimos deprisa y corrimos hacia ellos, intentaron huir pero finalmente los tiramos a los dos y también a mi hermano.

-No pensé que fueran a devolvérnosla, sinceramente -dijo Austin.

-Mi hermana es muy así -respondió Drew entre risas- ¿Me ayudas a salir por favor, hermanita? -dijo tendiéndome su mano y cuando se la cogí aprovechó para volver a tirarme al agua.

-¡Me has engañado! -le grité entre risas- Eres una mala persona, que lo sepas.

-Lo siento, la oportunidad era muy buena para dejarla escapar.

-Muy gracioso – respondí. Entonces vi que Scarlett se había sentado en el bordillo y la cogí de los pies y la tiré.

-¡Lily! - me chilló-

Todos empezamos a reír.

-Pues yo me voy a quitar la ropa, pesa – dijo Scarlett. Y se quitó la camiseta y los shorts quedando en su bikini negro.

-Yo no consigo quitarme el vestido -dije tirando del mismo.

-Ven que te ayudó -dijo Austin.

Nadé hasta él y consiguió sacarme el vestido.

-Ay, gracias, casi no podía nadar.

-De nada.

Drew, Ryan y Scarlett pasaban de nosotros dos, habían empezado a jugar a tirarse la camiseta mojada de ella como si fuera una pelota.

-¿Alguna vez has besado a alguien bajo el agua? - me preguntó Austin súbitamente.

lunes, 11 de junio de 2012

Capítulo 5

No me lo pensé dos veces y salté. Me cogió como me había prometido y no di a nadie, pero no le solté y él tampoco me soltó. Nos miramos a los ojos un rato . Sus preciosos rizos al mojarse se habían alisado y le caía el pelo mojado por la cara así que se lo retiré delicadamente.

-Gracias, ahora veo mucho mejor- dijo y solté una carcajada.

Entonces apareció Evelyn con una niña pecosa pelirroja en un flotador doble y solté a Harry rápidamente.

-¡Hola Lily! ¡Mira, esta es Harper, mi nueva amiga! ¡Harper, esta es mi hermana Lily! -dijo en el tono agudo y alegre que la caracterizaba.

-Encantada de conocerte Harper, ¿Lo pasáis bien?

-¡Sí, muy bien! -respondió Harper.

-Mirad este es mi amigo Harry -les dije.

-¡Es muy guapo! -exclamó mi hermanita.

-Gracias princesa, vosotras también sois muy guapas.

-Ohhhh... -solté sin querer ante tanta ternura y Harry soltó una risita.

-¿Nos ayudáis a salir porfis? No conseguimos llegar a la escalera.

-¡Claro! Vamos a coger una cada uno- le dije a Harry.

Cogí a Harper y él a Evelyn y las alzamos al bordillo.

-¡Gracias! -exclamaron las dos antes de salir corriendo, con flotador y todo.

-Yo creo que también voy a salir, me estoy agobiando un poco -le dije a Harry.

-Sí, yo también. Venga, te ayudo salir a ti también -dijo cogiéndome por la cintura.

Me sentó en el bordillo y luego se sentó a mi lado. Propuse ir a comer algo mientras me ponía en pie porque me empezaba a poner nerviosa la cercanía. Fuimos a la mesa que supuse había preparado mi madre y picamos algo. Entonces la susodicha apareció de repente ante nosotros.

-¡Hola! Tu debes de ser Harry, ¿No? Yo soy Elisabeth la madre de Lily.

-Sí, soy Harry, encantado -dijo con una de sus genuinas sonrisas.

-¿Lo estáis pasando bien?

-Sí, mamá, genial, y por cierto todo está muy rico.

-Me alegro, espero verte por aquí a menudo Harry. Bueno me voy que me llamaba Evelyn -dijo antes de marcharse.

-Que simpática toda tu familia -me dijo Harry sonriendo.

-Gracias, supongo -notaba como me ponía roja.

-De nada.

-Oye, ¿Y si subimos a mi habitación? Me estreso aquí con tanta gente.

-Como quieras.

-Pues vamos.

Me siguió entre el gentío, llegamos a las puertas correderas del salón y entramos ,

luego subimos las escaleras y recorrimos el pasillo hasta llegar a mi cuarto. Como ya me había secado de la piscina me tiré en la cama y Harry se sentó a mi lado.

-¿Has sabido algo de tus amigos?

-No, nadie ha llamado ni nada todavía, pero ya no hace falta que lo hagan. Sinceramente ya no pienso mucho en ello.

-Mejor, yo creo que ya han demostrado que no merecían la pena.

-Pues sí... Nunca te lo he preguntado, ¿Donde vivías antes?

-En Inglaterra.

-¿Y porque has venido a vivir a un pequeño pueblo perdido a tantas horas de tu casa?

-Necesitaba un descanso, un lugar donde nadie me conociera. Y por el momento funciona.

Algún día te contaré porque, pero todavía no es el momento.

-Vale... Creo -su respuesta me había desconcertado.

-¿Que vas a hacer cuando se acabe el verano?

-Empiezo en el Skyscraper International College.

-Suena a una importante institución -los dos reímos.

-Pues simplemente es un internado.

-Pues vaya. ¿Sabes? Mejor no hablemos del final del verano. Disfrutemoslo todo lo que podamos y cuando llegue ya hablaremos de ello.

-Claro... -había vuelto a desconcertarme- Harry, ¿Puedo preguntarte algo?

-Pues claro que sí

-¿Tú qué...? -en ese momento sonó su móvil.

-Un momento, tengo que cogerlo.

...sientes por mí? La pregunta se había quedado suspendida a medio decir.

-Lo siento muchísimo Lily pero tengo que irme, te lo compensaré, lo prometo -me dijo apresuradamente tras colgar.

-¿Pero pasa algo malo?

-No, no pasa nada malo, ya te contaré.

-Harry por favor dime que pasa, me voy a quedar preocupada.

-¿Confías en mí? -me dijo mirándome con cara de pena.

-Eso creo, pero...

Entonces pasó, cogió mi cara entre sus manos y me besó suavemente.

-¿Qué ibas a preguntarme antes? -preguntó todavía con su rostro a pocos centímetros del mío.

-Ya has respondido a mi pregunta.

-Te llamaré en cuanto pueda. Sé buena, ¿Vale?

-Vale. Te acompaño abajo.

Bajamos las escaleras apresuradamente y se puso su ropa que estaba en el salón. Le abrí la puerta.

-Por favor no me hagas esperar mucho tu llamada.

-Lo intentaré. Hasta pronto -me dio un rápido pico y se marchó.

Decidí volver a salir a la fiesta a distraerme un poco y no pensar en lo que había pasado. Ya ordenaría mi cabeza más tarde.

-Hola, ¿Tu eres Lily? -me dijo una chica cuando salí.








Bueno, este no es muy largo, el próximo lo será más, espero que os haya gustado igualmente :)

domingo, 10 de junio de 2012

Capítulo 4

Al día siguiente me levanté temprano. No podía seguir en la cama. Bajé a la cocina. Mi madre, tan madrugadora como siempre, ya estaba en pie.

-Buenos días, mamá.

-Buenos días, voy a hacer tortitas.

-Genial, ¿Te ayudo a algo?

-No importa cielo. Ah, una cosa que quería decirte. ¿Has hecho ya algún amigo?

-No, sí, no... Bueno, no sé, algo así, ¿Por qué?

-Porque tu hermano Drew quiere dar una fiesta esta tarde en la piscina y ha invitado a sus nuevos amigos, y Evelyn ha invitado a la vecina, que es de su edad y juegan mucho juntas. Así que puedes invitar a quien quieras. Por cierto, no me habías dicho que habías hecho amigos.

-Solo es uno, le conocí en el parque y luego me lo encontré ayer en el cine. Se llama Harry.

-Bueno, pues invita a Harry. La fiesta es esta tarde a las cinco.



Esperé hasta medio día para llamar a Harry por si acaso dormía o algo. Me lo cogió enseguida.

-¿Diga?

-Hola, Harry, soy Lily.

-Ah, hola Lily -sonaba animado- ¿Qué tal todo?

-Bien. Bueno llamaba porque esta tarde mi hermano hace una fiesta en nuestra piscina, va a invitar a todos sus amigos y eso. ¿Te gustaría venir?

-¡Claro! Genial. ¿A qué hora?

-A las cinco. ¿Te parece si quedamos a menos cuarto en el parque? Es que no sabría muy bien como explicarte donde está mi casa.

-Me parece muy bien.

-Bueno, pues hasta esta tarde.

-Hasta luego -dijo y colgó.



30 de Julio 12:56

Querido diario:

Acabo de llamar a Harry. Le he invitado a la fiesta que organiza mi hermano en la piscina de mi casa. Los nervios me matan. Esto no puede ser... LE CONOZCO HACE NADA. No se que me pasa, solo se que no me había pasado antes. Cabe la posibilidad de que él sienta lo mismo, pero no quiero hacerme ilusiones porque puedo acabar llevándome una gran desilusión. Todo está en el aire. Luego si puedo escribo.

Lily



Después de comer empezó mi estrés no sabía que biquini ni que ropa ponerme. A ver, solo iba a verme un rato con la ropa, pero daba igual, me parecía una elección tremendamente difícil. Me decanté por un biquini con estampado floral y un sencillo vestido blanco y chanclas.

A las cinco menos cuarto llegué al parque, él ya estaba allí esperándome, guapísimo como siempre.

-¡Hola! -medio chillé mientras llegaba a su lado.

-Hola preciosa -el corazón me dio un vuelco.

-¿Qué tal todo?

-Muy bien.

-Bueno, ¿Vamos?

-Claro.

Hicimos el camino que llevaba hasta mi casa hablando animadamente. Cuando llegamos nos dirigimos directamente a la parte trasera, donde se encontraba la piscina.

Ya estaba todo lleno de gente, mi hermano había invitado a todos los amigos que ya había hecho y mi madre a un montón de vecinos de nuestra edad que yo todavía ni conocía.

-Dios, cuanta gente han invitado -dije mirando a mi alrededor.

-¿Los conoces a todos?

-Más bien no conozco a absolutamente nadie.

Los dos rompimos a reír. Llegó mi hermano que nos acababa de localizar.

-Hola enana, ¿No me presentas a tu amigo?

-Te he dicho que no me llames enana, -respondí algo molesta- Drew, este es mi amigo Harry, Harry este es mi hermano Drew.

-Encantado -se dijeron mutuamente.

-Bueno me voy a hacer vida social -me dijo mi hermano desapareciendo entre la gente.

-¿Nos damos un baño?

-Claro, vamos a dejar la ropa dentro.

Dejamos la ropa en el salón y volvimos a salir. Harry saltó directamente en cuanto vio un hueco en la piscina ya abarrotada. Apenas se podía nadar.

-¡Vamos, salta! -me dijo.

-Le voy a dar a alguien.

-Que no, salta aquí, yo te cojo -me prometió alzando los brazos para que saltara a ellos.

-Vale.

viernes, 8 de junio de 2012

Capítulo 3

Dos días más tarde.

Viernes por la tarde. Estreno de la película de los Juegos del Hambre. Mis padres me dejaron en el cine a las cuatro y media. Mi hermano quería acompañarme pero le había dicho que no importaba, que prefería ir sola. Me había hecho una trenza en honor a la protagonista (que siempre llevaba), y me había puesto una camiseta de tirantes con estampado floral y unos shorts vaqueros.

Me puse en la cola para sacar mi entrada. Llevaba esperando unos minutos cuando el chico que tenía delante se giró y descubrí que era...

-¡Harry!

-Lily, ¡Que casualidad!

-¿Vienes a ver Los Juegos del Hambre?

-Sí, y no hace falta que me digas que tu también -dijo señalando mi trenza.

Entonces llegó su turno y compró su entrada y esperó a que yo comprase la mía. A continuación fuimos a por las palomitas y las bebidas. Compramos una grande de palomitas para compartir. Cuando ya teníamos los refrigerios nos dirigimos a la sala. Todavía no había casi nadie porque todavía faltaba media hora.

-¿Dónde quieres que nos sentemos? -me preguntó observando la sala.

-Arriba -contesté señalando una de las filas superiores.

Subimos las escaleras hasta la penúltima fila y nos sentamos. Nos dedicamos a comer palomitas en silencio durante un rato. Nuestras manos se encontraban a veces.

-Que casualidad encontrarnos aquí -rompió el silencio.

-Las casualidades no existen, o eso dicen.

-¿Puedo preguntarte una cosa?

-Depende -bromeé.

-¿Qué te pasaba el otro día? -preguntó un tanto serio.

-Ah, eso... Bueno, no gran cosa. Es una larga historia.

-Tenemos tiempo.

-Pues lo que me pasaba es que, acabo de mudarme aquí y mis amigos de donde vivía antes no se acuerdan de mí, todo es nuevo, y no sé, son muchas cosas. Intentaba contener los sentimientos pero al final salieron.

-Entiendo... Yo también me he mudado aquí hace poco. Eres la única persona que conozco. Si quieres algo, cualquier cosa, estoy aquí para lo que necesites, que lo sepas.

-Muchas gracias, lo mismo digo.

En ese momento se apagaron las luces y empezaron los anuncios. A mitad de la película nos acabamos las palomitas y quitamos el cartón de encima del reposabrazos. Apoyamos los brazos, al rozar su piel se me ponía la carne de gallina.

Acabó la película y encendieron las luces.

-¿Qué hora es? -le pregunté.

-Las siete menos cuarto, ¿Por qué? -contestó mirando su reloj.

-No, nada, vienen a buscarme a las siete y media.

-Puedo esperar contigo si quieres -definitivamente, era todo un caballero.

-Oh, muchas gracias, pero no importa.

-¿Cómo que no? ¿Qué vas a hacer aquí tres cuartos de hora sola?

-No sé, ya veré, pero de verdad da igual.

-Anda, no seas tonta, me voy a quedar aunque me digas que no.

-Muchas gracias, Harry.

-No hay que darlas. Vamos a dar una vuelta por aquí fuera.

Alrededor del cine había tiendas y bares. Paseamos un rato, hasta que mi zapato se enganchó y al tirar se rompió de manera que no podía volver a ponérmelo.

-Oh, dios, no me digas que voy a tener que volver así todo el camino hasta el cine -dije mirando mi pie descalzo.

-No te preocupes, yo te llevo -Harry intentaba contener la risa, pero no lo conseguía.

-A mi no me hace gracia Harry -dije tratando de parecer seria.

Finalmente los dos rompimos a reír.

-No, pero enserio, yo te llevo. Sube -dijo dándose la vuelta para que me montara a caballito.

-Vale, espera que cojo impulso -dí unos pasos hacia atrás para darme impulso y salté sobre su espalda. Me aferré a Harry como si fuera un koala.

-Que sepas que te estoy salvando la vida, mira el suelo -me dijo unos minutos después.

Alguien había roto algo en plena acera y estaba todo lleno de cristales.

-Es verdad, muchas gracias por todo, lo digo enserio.

-Y ya te he dicho que de nada. Lo hago encantado. Además, siempre he querido tener un koala.

-Ya llegamos, menos mal, debo pesar bastante.

-La verdad es que no pesas mucho.

Llegamos a la entrada del cine y me bajé. Le llegó un mensaje al móvil.

-Es mi madre, me tengo que ir ya. ¿Me das tu número? Así podemos quedar otro día.

-Claro. Toma -dije pasándole mi móvil- dame el tuyo y te doy el mío.

Me dio su móvil y le apunté mi número.

-Bueno, nos vemos, Lily.

-Adiós, Harry -dije y le di un beso en la mejilla.

Se marchó y justo cuando desaparecía por una esquina llegó mi padre que venía de una reunión. Me monté en el coche y le señalé a mi padre mi pie.

-Mira, papá.

-¿Qué ha pasado?

-Se me ha enganchado en una alcantarilla y luego se ha colado en la susodicha.

-Que cosas que te pasan, hija, de verdad... -dijo entre risas.

-Pues sí.

-¿Qué tal la película?

-Ah, genial, ha estado muy bien -después del tiempo pasado con Harry ya casi me había olvidado de la película.

Cuando llegué a mi casa cené y subí a mi habitación.



29 de Julio 22:03

Querido diario:

Esta tarde he ido al cine y me he encontrado a... ¡Harry! Ha sido tan dulce conmigo... Después de la película se ha quedado a esperar a que vinieran a recogerme, hemos ido a dar una vuelta por los alrededores del cine y he perdido un zapato, entonces ¡Me ha llevado a caballito de vuelta al cine! Antes de irse nos hemos dado los números de teléfono. He descubierto que él también es nuevo aquí. No sé, pero lo de este chico ha sido un flechazo total. No puedo esperar a volver a verle. ¿Cuándo me llamará? ¿O debería llamarle yo? No he sabido nada de la gente de mi antigua residencia, nadie se ha puesto en contacto conmigo, así que yo tampoco he llamado a nadie ni pienso hacerlo. De verdad... NO PUEDO PARAR DE PENSAR EN HARRY. Bueno, lo dejo aquí por hoy. Adiós.

Lily


jueves, 7 de junio de 2012

Información.

Hola de nuevo. A ver, sé que soy pesada, pero si os gusta y queréis que os avise cuando suba capítulos decídmelo por comentarios o por twitter, os lo agradecería muchísimo. Puede que estos dos capítulos no sean gran cosa, pero os prometo que la cosa va a ir mejorando, estos dos eran como una introducción digamos. Por favor, si os gusta como ya he dicho, decídmelo. Miles de gracias.

miércoles, 6 de junio de 2012

Capítulo 2

La luz que entraba por la ventana me despertó la mañana siguiente, consulté el reloj, eran las diez y media, buena hora para despertarse en vacaciones.

Bajé a desayunar. Mi madre y mis hermanos acababan de bajar a lo mismo, mi padre ya había empezado a trabajar. Tomé un cuenco de cereales con leche fría.

Pensé en ir a dar una vuelta hasta la hora de comer para ver como era todo y, más que nada, para buscar un sitio donde leer tranquila. Mis hermanos son casi seguro los seres más ruidosos sobre la faz de la tierra. Pronto empezarían a ver la televisión a todo volumen y a tocar la guitarra.

Antes de marcharme hice la cama, me lavé los dientes y me quité el pijama. Elegí ponerme un vestido de tirantes y unas sandalias puesto que hacía calor y recogí mi larga melena castaña en una trenza. Lo único que cogí para llevarme fue un libro y mi móvil.

Me estaba releyendo una saga, Los Juegos del Hambre, porque pronto sacarían la primera película en el cine.

-Voy a dar una vuelta, mamá -medio chillé bajando por las escaleras.

-Vale, pasalo bien.

Esa era una de sus cosas buenas, te dejaba tu propia libertad y tu propio espacio y nunca te avasallaba a preguntas sobre a dónde ibas o con quién.

Al salir a la calle decidí seguir por la derecha. A un par de manzanas descubrí un bonito parque lleno de árboles y flores y césped para sentarse. Me pareció un lugar perfecto para mi propósito y además estaba vacío.

Me senté bajo la sombra de un buen árbol y me sumergí en la lectura. Al poco rato me dí por vencida, con todo lo que tenía en ese momento en la cabeza no podía concentrarme. Decidí acceder a mis cuentas en redes sociales desde el móvil, ya que supuse que me habrían llenado todo de comentarios tipo ''Ya te echamos de menos''. Resultó que nadie, NADIE, me había escrito nada, nadie se había acordado de mi. Si solo llevaba un dos días fuera de casa y ya no se acordaba de mí, no quería ni imaginarme dentro de unas semanas...

No pude evitarlo y todos los sentimientos que había estado intentando encerrar bajo llave salieron a la superficie. Me derrumbé allí mismo. Me dejé caer sobre el césped bocabajo y lloré.

-Esto... Hola... ¿Estás bien?

Rápidamente me erguí volviendo a quedar sentada y me sequé las lágrimas con el dorso de la mano.

-Sí, sí, estoy bien... -Respondí avergonzada.

-Pues no lo parece.

Por primera vez me fijé en el desconocido. Parecía más o menos de mi edad. Era muy guapo. Tenía unos preciosos ojos de color azul verdoso y un bonito pelo castaño rizado. Llevaba unos pantalones cortos, camiseta blanca y Converse del mismo color.

-La verdad es que no estoy muy bien. Pero no creo que te interesen mis problemas.

-Bueno, se me da bien escuchar. Por cierto, mi nombre es Harry.

-Yo soy Lily.

-No te he visto nunca por aquí.

-Es que acabo de mudarme, ayer mismo.

-¿Y es por eso que estás mal?

-En parte, pero no solo por eso. Tengo que irme -dije poniéndome en pie.

Harry se levantó también. Era bastante alto.

-Te dejas tu libro -dijo agachándose a recogerlo del suelo y me lo dio.

-Gracias.

-¿Sabes que pronto estrenan la película?

Empezaba a ponerme nerviosa y no sabía por qué.

-Sí, lo sé. Bueno me voy, adiós.

-Adiós, nos vemos.

Acto seguido me empecé a alejarme.



27 de Julio 12:56

Querido diario:

Esta mañana me marché a dar una vuelta y acabé en un parque cerca de casa. Estando allí me entró el bajón y empecé a llorar, entonces llegó un chico y me preguntó si estaba bien. La verdad es que me moría de la vergüenza de que un completo desconocido me hubiese visto así, pero no es a eso a lo que voy. La cuestión es que era uno de los chicos más guapos que he visto en mi vida. Me ha dicho que se llama Harry. No hemos hablado gran cosa, únicamente le he dicho que no, que no estaba bien y que tenía que irme, se me olvidaba mi libro de Los Juegos del Hambre y me lo ha recogido del suelo y me ha preguntado si sabía que estrenaban una película y le he dicho que sí. Después de eso le he dicho adiós y me he ido. Cuando he llegado a casa he vuelto a encerrarme en mi habitación y no he podido parar de pensar en él y en sus increíbles ojos. No sé, es raro todo... Hasta pronto.

Lily


¡Hola!

Bueno, como ya habréis visto he subido el primer capítulo de la historia que estoy escribiendo. He decidido que hasta que no tenga unas cuantas lectoras no subiré más pero sabed que tengo más escrito. Todavía no aparece no aparece ningún miembro de One Direction, pero paciencia en el siguiente que suba aparecerá. Me gustaría que las que os pasáseis y comentárais a ver que os parece para ver si subo otro más. Miles de gracias.

Capítulo 1


Todo estaba silencioso. No se escuchaba ruido alguno. Ya había entrado la primavera, pero por la noche todavía hacía frío. Quizás había sido una tontería salir corriendo de casa como lo hice, pero en ese momento no me importaba.
Las lágrimas corrían por mis mejillas irremediablemente. Acababa de discutir con mi familia por enésima vez. Estaba harta.
En medio del ataque de ira había salido por la puerta, no sin gritar antes algunos improperios. Y ahí estaba vagando por las calles de mi pequeña ciudad, sin rumbo.
Me abrazaba a mi misma intentando conservar un poco de calor corporal sin mucho éxito. Pasé por al lado de un parque y decidí sentarme un rato.
Tome asiento en uno de los bancos. Estaba helada, pero no quería volver por nada en el mundo. Recordé el día en el que todo se tornó gris.
Hacía poco más de dos semanas. Me encontraba en mi habitación escuchando música cuando mi padres me llamaron desde el piso de abajo. Acudí y allí estaba toda mi familia reunida en torno a la mesa del comedor, mis padres, mi hermano mayor y mi hermana pequeña. En ese momento fui consciente de que algo malo ocurría.
-Siéntate por favor, cariño -dijo mi madre en tono extraño. Parecía un poco asustada.
Me puse al lado de mi hermano.
-¿Qué pasa? -pregunté.
-Queríamos que estuviésemos todos para daros una noticia, -comenzó mi padre- como ya sabéis el otro día me ofrecieron un ascenso en la empresa, ¿Os acordáis? -asentimos- Bueno, he decidido aceptarlo, pero me han puesto una condición.
-¿Que condición? -inquirí alarmada.
-Que nos tenemos que mudar -sentenció.
Y desde entonces todo estuvo mal. Al principio me quedé en estado de shock, luego poco a poco reaccioné. Chillé y lloré mucho esa noche, pero de nada sirvió, la decisión estaba tomada.
No quería irme, obviamente, no podía dejar a mis amigos, mi colegio, el lugar donde había crecido, MI VIDA. Todo por un maldito ascenso. Nos pagaban la casa nueva y el colegio. Y por si no lo he mencionado, no un colegio cualquiera, sino, un internado.
Teníamos que abandonar todo lo que había conocido hasta ahora en cuanto acabara el curso escolar, es decir, en dos meses.
Y allí estaba ahora, congelándome en un parque, de noche y sin fuerzas para volver al que iba a dejar de ser mi hogar. El tiempo pasaba y finalmente decidí regresar.
Las siguientes semanas pasaron volando. El tiempo no estaba de mi parte. En nada me encontré empaquetando mis cosas en cajas y despidiéndome de toda la gente a la que quería, dejando atrás una vida. La noche de antes de partir apenas pude dormir.
Al día siguiente a primera hora comenzamos nuestro viaje, una hora en coche hasta el aeropuerto y dos en avión. Ya habíamos enviado todas nuestras cosas en cajas hacía dos días para que estuviesen ya en la nueva casa cuando llegáramos.
El viaje no se me hizo nada largo. Todavía seguía enfadada con mis padres y no les hablaba a no ser que fuera estrictamente necesario, así que no me quité los auriculares en ningún momento.
En cuanto bajamos del avión nos subimos a un taxi que nos llevó a la nueva casa. He de reconocer que era realmente grande, pero ¿Qué importaba? Solo iba a pasar allí tres meses y después me iban a encerrar en un internado hasta el verano siguiente (excepcionando algunos puentes y las vacaciones de navidad).
Entré de forma brusca y busqué hasta que encontré una habitación en el segundo piso con mis cosas, mi cuarto.
Dediqué el resto del día a desembalar mis cosas, colocarlo todo y decorar un poco. Solo salí para comer y para cenar. Por la noche no podía conciliar el sueño, así que decidí empezar a escribir un diario.
Cogí un cuaderno en blanco y un bolígrafo y empecé a escribir:

26 de Julio 00:39
Hola, nunca he escrito un diario personal, la verdad es que me siento un poco estúpida escribiendo esto, pero no tengo nadie más con quien hablar aquí. Es mi primer día en un nuevo sitio, en una nueva casa... Todo es muy extraño. Odio a mis padres por hacerme esto. Voy a echar mucho de menos todo. No sé si voy a volver a ver alguna vez a mis amigos de antes, es horrible, les necesito, sobretodo a mi mejor amiga Abby, no sé como me las voy a apañar para vivir sin ella. Otra parte terrible de esto que me está pasando es que es verano, no tengo clases, ni deberes, ni exámenes y no conozco a nadie aquí ¿Qué voy a hacer durante todo el verano? Hace bastante calor aquí, creo haber visto una piscina en la parte de atrás de la casa, espero estar en lo cierto, o voy a morir de un infarto o algo parecido. Si te digo la verdad creo que la peor parte está todavía por llegar, voy a ir a un internado el próximo curso. En concreto al S.I.C o Skyscraper International College, el nombre de por si solo ya da miedo. MIEDO, esa es la palabra que define mi mundo en estos momentos. ¿Qué voy a hacer en ese lugar? No se me da bien hacer amigos la verdad, con los que tenía en casa era diferente, les conocía desde que éramos pequeños, pero la gente aquí y en el nuevo colegio serán unos completos desconocidos. Me encantaría poder hablar con Abby en estos momentos pero creo que se preocuparía un poco si la llamase a estas horas y además quiero intentar olvidar todo lo que tenía. Será lo mejor al fin y al cabo, por mucho que me duela, nada volverá a ser como antes.
Bueno, voy a intentar dormir. Hasta mañana:
Lily
Al acabar de escribir dejé mi nuevo diario en la mesita de noche y apagué la luz. Di unas cuantas vueltas más a la cabeza y caí en un sueño profundo.